CAPÍTULO
1
Enamorado
Escribo este libro porque estoy
enamorado. No hago poesías porque alguna vez me lo haya propuesto, sino debido
a que los poemas de Dios me han hecho a mí.
La poesía que encuentro en su
misericordia, mi familia, mi esposa y lo que he podido vivir en el ministerio
al viajar y hablar con miles, me invita y provoca a seguir deteniéndome a
reflexionar en lo importante y apasionante de ser moldeado por la bella
voluntad de Dios.
Dios ha sido fiel conmigo. Muy
fiel. Y aunque probablemente no te conozco personalmente, sé que también lo ha
sido contigo.
Quizás te ha tocado experimentar
situaciones y sentimientos difíciles. Ese ha sido también mi camino. No
obstante, al mirar atrás una y otra vez, he descubierto cuán presente, activo y
atento estaba Jesús a mi vida, aunque le estuviera dando la espalda.
He sufrido el abandono de seres
queridos, el rechazo, el abuso y la desconfianza a lo largo de mi vida.
Sin embargo, Dios me ha hablado
de diversas maneras. Me ha escrito poemas en su Palabra, mediante canciones, en
mis intensos momentos de oración y arrepentimiento, y también a través de
personas comunes y pastores que me hablaron de su parte.
Dios raramente grita. Por lo
general, prefiere susurrarnos al oído. Él quiere tiempo e intimidad, y por eso
debemos aprender a hacer a un lado tantas distracciones. Debemos aprender a
bajarle el volumen al ruido para escuchar su voz y encontrarnos con esos poemas
que quiere regalarnos.
Hace unos años escribí una
canción titulada «Enamorado de ti», la cual contiene el siguiente párrafo:
Quisiera haber sido un gran pintor,
con mis manos mostrar tu gran creación.
Pero soy tu hijo, que te ama, Señor,
que escucha tu voz y tu tierna canción.
También soy tu amigo, agradecido estoy de
ser tu creación,
Tu gran inspiración.
No seré un profeta, no seré un pastor,
no seré el primero, tampoco un gran señor,
no seré el cantante, no seré el pintor,
solo un corazón enamorado… de ti.
A veces nos convencemos de que lo
que Dios busca en nosotros es talento y logros. Eso es lo que normalmente se
celebra en la sociedad de hoy, de modo que tenemos la opinión particular de que
Dios es uno más en la búsqueda de lo mismo que todos quieren. Sin embargo, esto
no es lo que nos enseña la Biblia. Dios te quiere a ti. Me quiere a mí. Nos quiere a ambos
cerquita, muy cerquita de él.
Y cuando uno entiende eso, se enamora
de su gracia y misericordia. Te das cuenta de que es increíble que solo te
quiera a ti, sin que tengas que hacer nada al respecto ni requieras ningún
mérito para lograrlo. Cuando entiendes eso, te enamoras y comienzas a ver poemas
en todo tipo de situación.
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